Por: Raúl Rosales León
El papel de las instituciones es fundamental para
incorporar en los cuerpos los mandatos del sistema género en el marco de una
subjetividad situada de los individuos. Una vez incorporados en los cuerpos las
mismas instituciones reproducen las relaciones sociales de género articulado
con la raza, la clase y sexualidad. La eficacia de la incorporación de los
mandatos del sistema de género en los cuerpos se debe al “poder disciplinario”
establecida en la sociedad moderna.
Según Michael Foucault[1]
el poder disciplinario es “una modalidad mediante la cual el poder político y
los poderes en general logran, en última instancia, tocar cuerpos, aferrarse a
ellos, tomar en cuenta los gestos, los comportamientos, los hábitos, las
palabras” (2007:59). En ese sentido, las
instituciones se encarnan en los cuerpos a través de la disciplina por medio de
un conjunto de técnicas. En este punto
es importante la relación que hace Michael Foucault entre el control y la
escritura en relación a la captura permanente y global del cuerpo del
individuo. Según el autor los cuerpos, los comportamientos y los discursos de
la gente son rodeados por un tejido de la escritura estableciéndose una
relación directa y continua entre la escritura y los cuerpos. Foucault señala que en última instancia el
objetivo del poder disciplinario en la producción de cuerpos sujetos con una
pisque que establece la normalización como prescripción universal para todos
los individuos así constituidos.
A parte de los ejemplos de instituciones que
canalizan el poder disciplinario en los cuerpos como la escuela, la cárcel, el
ejército y la policía, propongo la institución del deporte. Dentro de la cartografía del sistema de
género en donde el discurso de la naturaleza fija la posición de lo masculino y
lo femenino en las relaciones sociales de género, la institución del deporte
reproduce dicha posición binaria. Dentro de la institución del deporte se
establece una división sexual del deporte en donde se posiciona la práctica
deportiva en relación al sexo de las personas. Es así que el fútbol surge como
un deporte que disciplina los cuerpos de los hombres a mediado del Siglo XIX en
Inglaterra.
Si bien el fútbol era una práctica difundida en
Inglaterra fue necesario establecer reglas homogéneas para que los diferentes
equipos jugaran bajo las mismas condiciones.
Es decir se introducía el poder disciplinario por medio de la escritura
plasmada en reglas de juego. El primer intento de reglas fue elaborado en 1848
por estudiantes de de la Universidad de Cambridge, dichas reglas fueron
clavadas en los árboles de parques y campus para que todos tengan claro cuáles
son los condicionantes que rigen la práctica del Fútbol[2]. Luego en 1863 se fundó Asociación de Fútbol
de Inglaterra oficializando el primer reglamento de fútbol que fue redactado en la Taverna
Freemasons' de Londres por representantes de clubes de fútbol[3]. Luego la
práctica del fútbol forma parte de la enseñanza de los colegios privados de
Inglaterra como una forma de disciplinamiento masculino de los cuerpos de los alumnos.
En el Perú la práctica del fútbol ingresa por las
colonias inglesas en Lima y luego en el Gobierno de Augusto B. Leguía se forma
la Federación Peruana de Futbol en 1922 que luego fue reconocida por la FIFA en
1924. En esa década el fútbol forma parte de la enseñanza escolar con el
objetivo de promover la formación física (cuerpo) del nuevo hombre
(disciplinado) como un sujeto sujetado en clave de masculinidades.
[1] Foucault Michel, El poder
psiquiátrico. Curso en el College de France (1973-1974), FCE, México, 2007,
pp. 57-80.
[2] El Fútbol y más allá. Las Reglas del Fútbol, 2016. Recuperado el 5
de Mayo de 2016 en http://elfutbolymasalla.com/las-reglas-del-futbol/
[3] FIFA. Las Reglas de Juego, s/f.
Recuperado el 5 de Mayo de 2016 en
http://es.fifa.com/about-fifa/who-we-are/the-laws/
En mi experiencia personal siendo alumno de un colegio religioso que junto a mis compañeros de aula, fue la organización ADECORE, disfruté de un campeonato de mediana importancia.
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