viernes, 1 de julio de 2016

El fútbol como una institución masculinizante




Por: Raúl Rosales León

El papel de las instituciones es fundamental para incorporar en los cuerpos los mandatos del sistema género en el marco de una subjetividad situada de los individuos. Una vez incorporados en los cuerpos las mismas instituciones reproducen las relaciones sociales de género articulado con la raza, la clase y sexualidad. La eficacia de la incorporación de los mandatos del sistema de género en los cuerpos se debe al “poder disciplinario” establecida en la sociedad moderna.  

Según Michael Foucault[1] el poder disciplinario es “una modalidad mediante la cual el poder político y los poderes en general logran, en última instancia, tocar cuerpos, aferrarse a ellos, tomar en cuenta los gestos, los comportamientos, los hábitos, las palabras” (2007:59).  En ese sentido, las instituciones se encarnan en los cuerpos a través de la disciplina por medio de un conjunto de técnicas.  En este punto es importante la relación que hace Michael Foucault entre el control y la escritura en relación a la captura permanente y global del cuerpo del individuo. Según el autor los cuerpos, los comportamientos y los discursos de la gente son rodeados por un tejido de la escritura estableciéndose una relación directa y continua entre la escritura y los cuerpos.  Foucault señala que en última instancia el objetivo del poder disciplinario en la producción de cuerpos sujetos con una pisque que establece la normalización como prescripción universal para todos los individuos así constituidos.

A parte de los ejemplos de instituciones que canalizan el poder disciplinario en los cuerpos como la escuela, la cárcel, el ejército y la policía, propongo la institución del deporte.    Dentro de la cartografía del sistema de género en donde el discurso de la naturaleza fija la posición de lo masculino y lo femenino en las relaciones sociales de género, la institución del deporte reproduce dicha posición binaria. Dentro de la institución del deporte se establece una división sexual del deporte en donde se posiciona la práctica deportiva en relación al sexo de las personas. Es así que el fútbol surge como un deporte que disciplina los cuerpos de los hombres a mediado del Siglo XIX en Inglaterra.

Si bien el fútbol era una práctica difundida en Inglaterra fue necesario establecer reglas homogéneas para que los diferentes equipos jugaran bajo las mismas condiciones.  Es decir se introducía el poder disciplinario por medio de la escritura plasmada en reglas de juego. El primer intento de reglas fue elaborado en 1848 por estudiantes de de la Universidad de Cambridge, dichas reglas fueron clavadas en los árboles de parques y campus para que todos tengan claro cuáles son los condicionantes que rigen la práctica del Fútbol[2].   Luego en 1863 se fundó Asociación de Fútbol de Inglaterra oficializando el primer reglamento de fútbol que fue redactado en la Taverna Freemasons' de Londres por representantes de clubes de fútbol[3]. Luego la práctica del fútbol forma parte de la enseñanza de los colegios privados de Inglaterra como una forma de disciplinamiento masculino de los cuerpos de los alumnos. 

En el Perú la práctica del fútbol ingresa por las colonias inglesas en Lima y luego en el Gobierno de Augusto B. Leguía se forma la Federación Peruana de Futbol en 1922 que luego fue reconocida por la FIFA en 1924. En esa década el fútbol forma parte de la enseñanza escolar con el objetivo de promover la formación física (cuerpo) del nuevo hombre (disciplinado) como un sujeto sujetado en clave de masculinidades.  




[1] Foucault Michel, El poder psiquiátrico. Curso en el College de France (1973-1974), FCE, México, 2007, pp. 57-80.
[2] El Fútbol y más allá.  Las Reglas del Fútbol, 2016. Recuperado el 5 de Mayo de 2016 en   http://elfutbolymasalla.com/las-reglas-del-futbol/
[3] FIFA. Las Reglas de Juego, s/f.  Recuperado el 5 de Mayo de 2016 en  http://es.fifa.com/about-fifa/who-we-are/the-laws/