Por: Raúl Rosales León
El pasado sábado 30 de Octubre (día
de la música criolla y Halloween) asistí a una conferencia en la librería La Libre de Barranco sobre la despatriarcalización expuesta por María Galindo quien
es una de las fundadoras del colectivo de Mujeres Creando de Bolivia. Me llamó la atención que antes de iniciar la
conferencia, ella solicitó que las luces del pequeño espacio de La Libre se
apagarán para alumbrar solamente a ella para su performance discursiva. María
Galindo empezó señalando que la despatriarcalización es un concepto creado por
ella para enfrentar la tesis de la igualdad de género; ella zanjó una frontera
política: quienes están en las orillas de la tesis de la igualdad de género son
borregas que aceptan la imposición del Banco Mundial, viven de la tecnocracia
de género burocratizadas en las ONGs y el Estado y, sobre todo, son institucionalizadas
que causaron la domesticación del feminismo.
A partir de su exposición, María
Galindo abrió una rueda de intervenciones en donde varias asistentes (jóvenes)
coincidieron con la tesis de la despatriarcalización hasta el momento que
levanté la mano para intercambiar algunas ideas. Inicie mi participación
reconociendo la importancia de plantear tesis, y como toda tesis estaba sujeta
a observaciones, las cuales hice en formato de preguntas. Luego ella tuvo la
oportunidad para profundizar su tesis complementando con otras ideas, casos y
ejemplos, pero dijo: “no tengo nada que decirle”, aduciendo que su tesis estaba
clara y que yo estaba confundido.
Pueden surgir varias hipótesis
sobre su silencio al debate, por una parte ella no tenía respuesta, por otra
ella es intolerante a visiones que discrepan o porque era hombre heterosexual
normativo. Me inclino por la segunda
hipótesis para empezar la desconstrucción de la despatriarcalización.
María Galindo demostró en palabra
y acción que la despatriarcalización es un discurso que se aísla de cualquier
debate democrático. La despatriarcalización es una verdad absoluta y, por tal
motivo no puede entrar en el terreno de la confrontación de ideas, sino en el
ámbito de la imposición. La actitud de
María Galindo me hizo recordar los análisis de Carlos Iván Degregori sobre Sendero
Luminoso y, en especial, su líder Abimael Guzmán, más conocido como el
Presidente Gonzalo que representó la encarnación de la verdad del comunismo en
el Perú en su calidad de cuarta espada, siguiendo el camino de Marx, Lenin y
Mao. Todo los demás partidos y organizaciones de izquierda que discrepaban con
el pensamiento Gonzalo eran revisionistas y aliados de la burguesía
capitalista.
La construcción dicotómica
política “amigo vs enemigo” utilizado por Sendero Luminoso fue reproducida
estructuralmente en el discurso de la despatriarcalización pero en clave
feminista. La ecuación política es la
siguiente "se lucha contra el patriarcado siguiendo la única vía de
enfrentamiento planteado por el pensamiento María en su condición de creadora
del concepto de la despatriarcalización o eres parte del patriarcado capitalista dentro de
la tecnocracia de género de las ONGs, el Estado y los Organismos Internacionales
(sobre todo ONUMUJER)". Parafraseando a Hamlet: “¡Ser, o no ser una verdadera feminista!, es como se puede resumir la tesis de la despatriarcalización.
Conferencia sobre la Despatriarcalización en la librería La Libre de Barranco
En mi calidad de
generólogo, la observación central que hice a la
tesis de la despatriarcalización fue la relación entre medios y fines que existe
en su discurso. María Galindo expuso la tesis sobre la despatriarcalización
como un fin que cuestiona la tesis de la igualdad de género y, al mismo tiempo,
como un medio porque representa una metodología de acción personal y colectiva
para desafiar la autoridad y desmantelar el patriarcado. La exposición de María Galindo me hacía
entender que la despatriarcalización (como un medio) sirve para
despatriarcalizar (como un fin). Había
algo que no quedaba claro.
Desde la perspectiva tecnocrática,
la igualdad de género representa un fin (el qué), y según el Plan Nacional de
Igualdad de Género 2012 – 2017 (PLANIG) del Perú, desde el enfoque de género se
reconoce que la Igualdad: “no sólo se orienta al acceso a oportunidades, sino
también al goce efectivo de los derechos humanos. El desarrollo con igualdad de
género implica desmontar la cultura, los valores y los roles tradicionales de
género que reproducen y mantienen la subordinación de las mujeres” (2012:18). Y la transversalización del enfoque de género es el medio (el cómo)
para lograr la igualdad de género, según el PLANIG dicha transversalización
significa que “en las
políticas públicas es el proceso de examinar las implicancias que tiene para
hombres y mujeres cualquier acción planificada, incluyendo legislación,
políticas o programas en todas las áreas y en todos los niveles. Permite hacer
de las necesidades e intereses de hombres y mujeres una dimensión integrada en
el diseño, la implementación, el monitoreo y la evaluación de políticas y
programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, de manera que
hombres y mujeres se beneficien igualitariamente” (2012:13-14). En esta herramienta de la tecnocracia de
género se puede encontrar con claridad el fin y el medio, algo que no sucede
con la despatriarcalización.
Le señalé a María Galindo que si la despatriarcalización representa
un medio, entonces como tesis debe cuestionar y competir con la
transversalización del enfoque de género. Pero si la despatriarcalización
representa un fin, y fue la antesala de la pregunta de fondo: ¿Cuál es ese fin?
¿Para qué despatriarcalizamos? ¿Qué significa una sociedad despatriarcalizada?
Si bien María Galindo no quiso responder, opte por comprar su libro y encontrar
algunas respuestas.
Feminsimo Urgente ¡A despatriarcalizar!
es el libro de ensayo de María Galindo en donde se plantea como hipótesis “estamos
perdiendo nuestro lenguaje de lucha, que estamos perdiendo una especie de
disolución. El Banco Mundial, los gobiernos y otros actúan como disolventes tóxicos
de las luchas y los lenguajes feministas” (s/f:33). Y luego plantea la tesis de
la despatriarcalización explicado en un manifiesto cuyo significado es: “una
palabra matriz que servirá para derivar de ella: verbos, adjetivos y gerundios
con qué deshacer, destruir, desarmar, desmontar, desestructurar, demoler,
derribar y desarticular todas y cada una de las capas de las opresiones que nos
sujetan (s/f: 174). El punto central de
mi pregunta lo encontré en el manifiesto que señala que la despatriarcalización
no es un proyecto político finalista. Retomando la pregunta que le hice a María
Galindo, la despatriarcalización es un medio sin fin porque representa una
lucha para seguir luchando; como señala el manifiesto: acción permanente de desestructuración.
El límite de la propuesta de María
Galindo es que la despatriarcalización solo se queda en la desobediencia callejera
con todos sus verbos, adjetivos y gerundios sin tocar el Estado. Según Mujeres
Creando y María Galindo la despatriarcalización del Estado no es viable porque
es una herramienta patriarcal. No se
puede luchar contra el patriarcado usando sus herramientas y por tal motivo, se
lucha desde afuera para desobedecer permanentemente los mandatos patriarcales.
Si la despatriarcalización es como
lo afirma María Galindo, entonces resulta irónico que ella utilice la metáfora
de la “fábrica de hacer justicia” para que todas quieran ser “obreras” en su
propuesta de acción permanente de desestructuración patriarcal. El detalle de
las metáforas que se utilizan representan elementos patriarcales de la sociedad
industrial: la fábrica y obreras. Y me imagino que el papel de burguesa capitalista
de la fábrica llena de obreras sería la creadora del concepto de la
despatriarcalización. Por ese motivo es necesario despatriarcalizar la
despatriarcalización que utiliza elementos patriarcales (como la fabrica) para
hacer comprender su tesis.
Es necesario ubicar a Mujeres
Creando y el discurso de la despatriarcalización en el marco de un debate sobre
el quehacer del feminismo. Según Claudia Denegri Davies, el colectivo feminista
boliviano Mujeres Creando fue creado en 1992 por Julieta Paredes y María
Galindo y desde un principio plantearon la autonomía no solo como autogestión
económica, sino también como posición política de pensamiento. Denegri señala que en el año 2002 Mujeres
Creando se divide y sus principales representantes siguen definiéndose como
Mujeres Creando, una de ellas es María Galindo. Por ese motivo, la socióloga y
activista feminista Virginia Vargas
señala que las autónomas conforman una corriente heterogénea que reúne un
conjunto de expresiones, anarquistas y socialistas que se definen como las
impulsoras de un cambio civilizatorio fuera del sistema patriarcal y, sobre
todo, cuestionan a las feministas institucionalizadas.
Más allá de la primera impresión de
encontrar un feminismo radical y reduccionista de la realidad encarnado en
María Galindo, es necesario rescatar su posición frente a un problema común del
movimiento feminista: el patriarcado. No hay que perder de vista la heterogénea
conformación del movimiento feminista en donde la despatriarcalización es un
árbol más (y no el único) del bosque feminista internacional. Como señala
Virginia Vargas: “para ello no hay receta única, sino más bien el
reconocimiento de múltiples agendas dentro de los feminismos, lo que está mucho
más a tono de con la realidad actual de los movimientos (2008:158). Algo que debemos aprender de la historia es
que las recetas únicas (políticas, ideológicas y subversivas) han resultado ser
peor que la enfermedad y la despatriarcalización no es ajena a la repetición de
la historia.
Referentes
bibliográficos
Denegri, Claudia (2008) “Mujeres
Creando. La creatividad como lucha política feminista”. En La
Mestiza. Revista Feminista, Nº 1. Lima: La Mestiza.
Degregori, Carlos Ivan (2011) Qué difícil es ser Dios. El Partido Comunista
del Perú - Sendero Luminoso y el conflicto armado interno en el Perú: 1980-1999. Lima:
Instituto de Estudios Peruanos.
Galindo, María (s/f) Feminsimo Urgente ¡A despatriarcalizar! La
Paz: Lavaca.
Vargas, Virginia (2008) La Tensión
entre “institucionalistas” y “autónomas” en los feminismos
latinoamericanos. En Viginia Vargas Feminismos en América Latina. Se aporte a la política y a la democracia. Lima:
Universidad Nacional Mayor de San Marcos Fondo Editorial de la Facultad de
Ciencias Sociales, Programa democracia y Transformación Global y Centro de la
Mujer Peruana Flora Tristan