Resultó irónico que Aldo Miyashiro luego de mostrar un escandaloso reportaje sobre racismo y discriminación en las famosas discotecas de Asia City al sur de Lima, pronunciara de forma indignada: "En éste país quien discrimina es un cabrón". Lo cual confirma una vieja hipótesis "no hay peor discrimnador que un anti-discriminador".
El significante "cabrón" pude tener múltiples significados. Uno de los signifcados es analizado por el bloguero Fran J. Girao quien señala que es utilísimo conocer el origen de estas expresiones (como cabrón), muchas previas al siglo de oro. Entonces el autor en base al “Licenciado don Sebastián de Covarrubias Orozco, capellán de su Majestad, Maestrescuela y canónigo de la Santa Iglesia de Cuenca y consultor del Santo oficio de la Inquisición”, Tesoro de la lengua castellana o española, página ciento quince, entrada “cabrón”, entiende el significado cabrón:
“…llamar a uno cabrón en todo tiempo, y entre todas naciones, es afrentarle. Vale lo mesmo que cornudo, a quien su muger no lo guarda lealtad, como no la guarda la cabra, que de todos los cabrones se deja tomar”.
En esa lógica el cabrón es una adjetivo descalificativo de la hombría. A mayor cabroneda, menos macho que se le respeta. Aquí entramos en otro tipo de discriminación por tema de género. Se construye el adjetivo descalificativo de la masculinidad subalterna.
Por ese motivo, en el performance de Miyashiro (quien se hace respetar la masculinidad hegemónica), resulte gracioso y cínico que el primer cabrón por discriminador sea él.
Parece que los reportajes sobre racismo y discriminación son parte de la farandula mercantil. No es un desafio, una lucha frontal contra todos los tipos de discriminación, sino que un medio para seguir lucrando.