Por: Raúl Rosales León
“SE DEFENDIÓ A LO MACHO”, es el titular del periódico chicha Ajá1 utilizado para referirse al asesinato del famoso estilista Marco Antonio Gallego. El titular tiene una carga perversa porque hace sarcasmo de la fatal muerte (con tortura y estrangulamiento) de un personaje de la farándula chola que abiertamente se había declarado homosexual con mucho orgullo. En el titular se observa una contradicción nada neutral que proyecta un rechazo absoluto a la diversidad sexual. Sí el sujeto machista niega, excluye y devalúa lo femenino, entonces ¿Por qué un gay se defendió a lo macho? La repuesta se basa en el fondo homofóbico del contenido discursivo del periódico Ajá que comprueba que en el Perú no se respeta la dignidad y derechos de la comunidad LGTB (Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales).
El presente ensayo tiene como objetivo analizar la masculinidad y el poder que reproducen los medios de comunicación y, en especial, el diario Ajá para legitimar la subalternización de la comunidad LGTB. El trabajo esta dividido en dos partes, la primera se tendrá en cuenta el aporte de autores con respecto al tema de masculinidades, el segundo analizará la actual noticia de la farándula chola donde el “rey de las tijeras se defendió hasta el final”.
Masculinidades subalternas
El género como categoría de análisis contiene su fuerza analítica en el aspecto “relacional”. Pero muchas veces el género es reducido a un problema de la mujer, obviando los problemas que suceden en los hombres. En el balance sobre las investigaciones de género existe una ausencia de investigaciones basado en el enfoque de masculinidades. Según Juan Carlos Callirgos el aporte del movimiento feminista para analizar las desigualdades y desventajas de las mujeres es una tarea importante, pero es poco lo que se sabe de los otros involucrados en el tema de género (1996:12).
Entre los autores que analizan las relaciones de poder en las masculinidades se encuentra R. W. Connell. El autor basándose en las prácticas sociales analiza las estructuras de género que responde a situaciones particulares. Existen tres estructuras que organizan las prácticas de género: a) las relaciones de poder, b) las relaciones de producción y c) la cathexis, es decir, el vínculo emocional que articula el deseo sexual. Un ejemplo del cruce de las tres estructuras de género viene a ser la sociedad patriarcal, la cual se basa en un modelo de género (europeo/americano) donde las relaciones de poder subordinan a las mujeres. En las relaciones de producción para legitimar la opresión de lo femenino, entonces se asigna e impone roles a los hombres y mujeres en la sociedad. Finalmente el modelo patriarcal que impone roles masculinos y femeninos también guía el deseo sexual hacia el modelo heterosexual (cathesis). Entonces, bajo la interacción de las estructuras de género, la sociedad patriarcal que representa la masculinidad hegemónica, la cual margina y excluye a las masculinidades subordinadas, incluyendo a los gays. Lo mismo sucede en la sociedad machista en el Perú.
Carlos Iván Degregori señala que ser macho significa entonces desarrollar relaciones jerárquicas, siendo lo contrario lo femenino. Según el autor los hombres devalúan su masculinidad al no ejercer la fuerza y el control autoritario. No existe un sólo tipo de masculinidad, sino varias que son históricamente diferenciadas. (Degregori 2000:185). El machismo es un tipo de masculinidad que subordina lo femenino y, sobre todo, las masculinidades subalternas. La autora Rocío Silva Santistebandefine el machismo como un sistema el cual articula representaciones y practicas sociales. A continuación su definición2:
“Una suerte de ideas que se han encarnado en un sujeto, sometiendo su cuerpo a esas exigencias, de tal suerte que luego se convierten en prácticas agresivas incluso contra él mismo. El machismo siempre sospecha, por lo mismo exige que la hombría se demuestre día a día, minuto a minuto. Estas demostraciones pasan por algunos supuestos actos de heroísmo, por enfrentamientos con otros machos, por sometimiento al débil –el nerd, el lorna, el afeminado, las mujeres–.
“SE DEFENDIÓ A LO MACHO”, es el titular del periódico chicha Ajá1 utilizado para referirse al asesinato del famoso estilista Marco Antonio Gallego. El titular tiene una carga perversa porque hace sarcasmo de la fatal muerte (con tortura y estrangulamiento) de un personaje de la farándula chola que abiertamente se había declarado homosexual con mucho orgullo. En el titular se observa una contradicción nada neutral que proyecta un rechazo absoluto a la diversidad sexual. Sí el sujeto machista niega, excluye y devalúa lo femenino, entonces ¿Por qué un gay se defendió a lo macho? La repuesta se basa en el fondo homofóbico del contenido discursivo del periódico Ajá que comprueba que en el Perú no se respeta la dignidad y derechos de la comunidad LGTB (Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales).
El presente ensayo tiene como objetivo analizar la masculinidad y el poder que reproducen los medios de comunicación y, en especial, el diario Ajá para legitimar la subalternización de la comunidad LGTB. El trabajo esta dividido en dos partes, la primera se tendrá en cuenta el aporte de autores con respecto al tema de masculinidades, el segundo analizará la actual noticia de la farándula chola donde el “rey de las tijeras se defendió hasta el final”.
Masculinidades subalternas
El género como categoría de análisis contiene su fuerza analítica en el aspecto “relacional”. Pero muchas veces el género es reducido a un problema de la mujer, obviando los problemas que suceden en los hombres. En el balance sobre las investigaciones de género existe una ausencia de investigaciones basado en el enfoque de masculinidades. Según Juan Carlos Callirgos el aporte del movimiento feminista para analizar las desigualdades y desventajas de las mujeres es una tarea importante, pero es poco lo que se sabe de los otros involucrados en el tema de género (1996:12).
Entre los autores que analizan las relaciones de poder en las masculinidades se encuentra R. W. Connell. El autor basándose en las prácticas sociales analiza las estructuras de género que responde a situaciones particulares. Existen tres estructuras que organizan las prácticas de género: a) las relaciones de poder, b) las relaciones de producción y c) la cathexis, es decir, el vínculo emocional que articula el deseo sexual. Un ejemplo del cruce de las tres estructuras de género viene a ser la sociedad patriarcal, la cual se basa en un modelo de género (europeo/americano) donde las relaciones de poder subordinan a las mujeres. En las relaciones de producción para legitimar la opresión de lo femenino, entonces se asigna e impone roles a los hombres y mujeres en la sociedad. Finalmente el modelo patriarcal que impone roles masculinos y femeninos también guía el deseo sexual hacia el modelo heterosexual (cathesis). Entonces, bajo la interacción de las estructuras de género, la sociedad patriarcal que representa la masculinidad hegemónica, la cual margina y excluye a las masculinidades subordinadas, incluyendo a los gays. Lo mismo sucede en la sociedad machista en el Perú.
Carlos Iván Degregori señala que ser macho significa entonces desarrollar relaciones jerárquicas, siendo lo contrario lo femenino. Según el autor los hombres devalúan su masculinidad al no ejercer la fuerza y el control autoritario. No existe un sólo tipo de masculinidad, sino varias que son históricamente diferenciadas. (Degregori 2000:185). El machismo es un tipo de masculinidad que subordina lo femenino y, sobre todo, las masculinidades subalternas. La autora Rocío Silva Santistebandefine el machismo como un sistema el cual articula representaciones y practicas sociales. A continuación su definición2:
“Una suerte de ideas que se han encarnado en un sujeto, sometiendo su cuerpo a esas exigencias, de tal suerte que luego se convierten en prácticas agresivas incluso contra él mismo. El machismo siempre sospecha, por lo mismo exige que la hombría se demuestre día a día, minuto a minuto. Estas demostraciones pasan por algunos supuestos actos de heroísmo, por enfrentamientos con otros machos, por sometimiento al débil –el nerd, el lorna, el afeminado, las mujeres–.
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Esta concepción del machismo como aquello que se tiene que demostrar o comprobar coincide con la perspectiva de Michael Kimmel. El autor analiza las prácticas sociales donde los hombres deben demostrar su hombría frente a los demás. El autor lo conceptualiza como la “validación homosocial” donde su emoción más destacada es el miedo a causa de la inseguridad personal, es decir, que es necesario la validación de la hombría para negar los deseos homoeróticos. Desde esta lógica Kimmel afirma que la homofobia es el esfuerzo por suprimir esos deseos que cuestionan la virilidad del sujeto masculino: “el miedo a que otros hombres nos desenmascaren nuestra falta de hombría” (Kimmel 1997:57). Entonces, el odio y desprecio del homfóbico viene a ser su proyección interna de su inseguridad por no alcanzar el standard necesario para ser hombre heterosexual.
La proyección interna que expulsa los temores internos también es utilizado analíticamente por Daniel Castillo, quien basándose en el ejemplo del salón de clase analiza la proyección de las propias ansias y desconciertos de los alumnos contra el lorna y el maricón. Con respecto al segundo, el autor señala que existe agresividad y crueldad contra el afeminado de la clase, quien es el mejor candidato para ser el “maricón” que se relaciona con la sensualidad prohibida entre varones. Una prohibición que refleja el proceso difícil, complicado y caótico que debe pasar un hombre en una sociedad como la peruana (2001:259). Y la situación se agrava cuando un hombre públicamente se declara homosexual pasando su masculinidad a la subalternización y, sobre todo, a la ridiculización, difamación y humillación de los medios periodísticos, gráficos, televisivos y radiales. A continuación analizaré el discurso homofóbico del diario Aja.
Marco Antonio: el rey de las tijeras
A raíz de la muerte de Marco Antonio se plantearon una serie de hipótesis. Una de ellas fue que el asesinato se debe a la homofobia en el Perú. Si bien es cierto que el móvil del crimen (robo) difiere de la hipótesis planteada, el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) aprovechó el contexto para hacer una conferencia de prensa3. En la conferencia se mostró una estadística señalando que en los tres últimos meses del presente año han ocurrido 40 asesinatos de homosexuales donde tuvieron como características la crueldad y la humillación. Una cifra alarmante.
Por este motivo, en la VIII marcha del Orgullo 2009 se lanzó un pronunciamiento que rechaza la violencia social, familiar y sexual que la comunidad LGTB debe enfrentar. Con respecto a la violencia social ésta se manifiesta por diversas vías: una de ellas son los medios de comunicación. A continuación presentaré el caso de Marco Antonio que es tomado como punto para proyectar los temores e inseguridades internas de la supuesta hombría machista de la sociedad peruana.
Retornando al objeto de estudio, el diario Ajá, el discurso sarcástico y homofóbico se hace patente en su titular “Se defendió a lo macho”. Luego se sigue mofando con letras más pequeñas “Marco Antonio luchó con uñas y dientes contra su Papi y Pachón”. El mandato del macho se basa que en momentos de lucha y peleas jamás se utilizan las uñas y los dientes (ello es de mujeres). En cambio los hombres pelean con los puños ¿será por este motivo a la campeona de box mundial, Kina Malpartida, los periódicos señalaban que ella pelea como hombre. Otro componente de la perversidad de Ajá se basa en otra contradicción: sí la víctima se defendió como los machos, por qué su victimario fueron su Papí y Pachón. ¿Qué significado para un macho tener un papi? La intensión del discurso es ironizar al rey de las tijeras porque las investigaciones policiales comprobaron que había existido una relación sentimental entre victimario y victima.
Al siguiente día el diario Ajá4 publica otro titular “MATABA EN DISCOS DE AMBIENTE”, el cual es utilizado para referirse al asesino de Marco Antonio. El significado de matar tiene otra connotación en la jerga popular porque es utilizada para referirse a las relaciones sexuales. Entonces, el periódico utiliza la jerga para señalar que el joven asesino “aprovechaba su pepa para levantarse gays con plata y calatearlos”. Luego cuando desarrolla la noticia surge el fondo homofóbico al señalar “Asesino calatea a raritos y mete dedo a Beto con manifestaciones bamba”. En primer lugar cuando se utiliza el término “raritos” reproduce la alteridad del gay, es decir, lo subalterniza como una otredad. En segundo lugar, no es casual que se diga que se le mete el dedo a Beto Ortiz, porque éste personaje se ha confesado abiertamente como gay. Entonces, se estructura la ecuación homofóbica donde a los raritos se le mete el dedo, el cual tiene una significación fálica que legitima la hegemonía masculina.
Finalmente el diario Ajá representa sarcásticamente a Jorge Luis Glenn Ponce como el “TERROR DE BRÓCOLIS” por ser el asesino directo de Marco Antonio. El término de “brócoli” es utilizado de manera peyorativa para referirse a los gays, que según el diario chicha, eran las victimas de Glen, cuando éste los buscaba en las discotecas de ambiente. Entonces las jergas de rarito y brócoli tiene la intensión de deshumanizar a las personas que eligen su opción sexual más allá del modelo hegemónico heterosexual.
Esta concepción del machismo como aquello que se tiene que demostrar o comprobar coincide con la perspectiva de Michael Kimmel. El autor analiza las prácticas sociales donde los hombres deben demostrar su hombría frente a los demás. El autor lo conceptualiza como la “validación homosocial” donde su emoción más destacada es el miedo a causa de la inseguridad personal, es decir, que es necesario la validación de la hombría para negar los deseos homoeróticos. Desde esta lógica Kimmel afirma que la homofobia es el esfuerzo por suprimir esos deseos que cuestionan la virilidad del sujeto masculino: “el miedo a que otros hombres nos desenmascaren nuestra falta de hombría” (Kimmel 1997:57). Entonces, el odio y desprecio del homfóbico viene a ser su proyección interna de su inseguridad por no alcanzar el standard necesario para ser hombre heterosexual.
La proyección interna que expulsa los temores internos también es utilizado analíticamente por Daniel Castillo, quien basándose en el ejemplo del salón de clase analiza la proyección de las propias ansias y desconciertos de los alumnos contra el lorna y el maricón. Con respecto al segundo, el autor señala que existe agresividad y crueldad contra el afeminado de la clase, quien es el mejor candidato para ser el “maricón” que se relaciona con la sensualidad prohibida entre varones. Una prohibición que refleja el proceso difícil, complicado y caótico que debe pasar un hombre en una sociedad como la peruana (2001:259). Y la situación se agrava cuando un hombre públicamente se declara homosexual pasando su masculinidad a la subalternización y, sobre todo, a la ridiculización, difamación y humillación de los medios periodísticos, gráficos, televisivos y radiales. A continuación analizaré el discurso homofóbico del diario Aja.
Marco Antonio: el rey de las tijeras
A raíz de la muerte de Marco Antonio se plantearon una serie de hipótesis. Una de ellas fue que el asesinato se debe a la homofobia en el Perú. Si bien es cierto que el móvil del crimen (robo) difiere de la hipótesis planteada, el Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) aprovechó el contexto para hacer una conferencia de prensa3. En la conferencia se mostró una estadística señalando que en los tres últimos meses del presente año han ocurrido 40 asesinatos de homosexuales donde tuvieron como características la crueldad y la humillación. Una cifra alarmante.
Por este motivo, en la VIII marcha del Orgullo 2009 se lanzó un pronunciamiento que rechaza la violencia social, familiar y sexual que la comunidad LGTB debe enfrentar. Con respecto a la violencia social ésta se manifiesta por diversas vías: una de ellas son los medios de comunicación. A continuación presentaré el caso de Marco Antonio que es tomado como punto para proyectar los temores e inseguridades internas de la supuesta hombría machista de la sociedad peruana.
Retornando al objeto de estudio, el diario Ajá, el discurso sarcástico y homofóbico se hace patente en su titular “Se defendió a lo macho”. Luego se sigue mofando con letras más pequeñas “Marco Antonio luchó con uñas y dientes contra su Papi y Pachón”. El mandato del macho se basa que en momentos de lucha y peleas jamás se utilizan las uñas y los dientes (ello es de mujeres). En cambio los hombres pelean con los puños ¿será por este motivo a la campeona de box mundial, Kina Malpartida, los periódicos señalaban que ella pelea como hombre. Otro componente de la perversidad de Ajá se basa en otra contradicción: sí la víctima se defendió como los machos, por qué su victimario fueron su Papí y Pachón. ¿Qué significado para un macho tener un papi? La intensión del discurso es ironizar al rey de las tijeras porque las investigaciones policiales comprobaron que había existido una relación sentimental entre victimario y victima.
Al siguiente día el diario Ajá4 publica otro titular “MATABA EN DISCOS DE AMBIENTE”, el cual es utilizado para referirse al asesino de Marco Antonio. El significado de matar tiene otra connotación en la jerga popular porque es utilizada para referirse a las relaciones sexuales. Entonces, el periódico utiliza la jerga para señalar que el joven asesino “aprovechaba su pepa para levantarse gays con plata y calatearlos”. Luego cuando desarrolla la noticia surge el fondo homofóbico al señalar “Asesino calatea a raritos y mete dedo a Beto con manifestaciones bamba”. En primer lugar cuando se utiliza el término “raritos” reproduce la alteridad del gay, es decir, lo subalterniza como una otredad. En segundo lugar, no es casual que se diga que se le mete el dedo a Beto Ortiz, porque éste personaje se ha confesado abiertamente como gay. Entonces, se estructura la ecuación homofóbica donde a los raritos se le mete el dedo, el cual tiene una significación fálica que legitima la hegemonía masculina.
Finalmente el diario Ajá representa sarcásticamente a Jorge Luis Glenn Ponce como el “TERROR DE BRÓCOLIS” por ser el asesino directo de Marco Antonio. El término de “brócoli” es utilizado de manera peyorativa para referirse a los gays, que según el diario chicha, eran las victimas de Glen, cuando éste los buscaba en las discotecas de ambiente. Entonces las jergas de rarito y brócoli tiene la intensión de deshumanizar a las personas que eligen su opción sexual más allá del modelo hegemónico heterosexual.
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A modo de conclusiones
Las estructuras sociales que organizan las prácticas de género naturalizan las relaciones de poder por medio de un conjunto de representaciones sociales que garantiza la hegemonía masculina y la exclusión de la comunidad LGTB. Los medios de prensa no son ajenos a la complicidad que reproducen las estructuras de género. Que un homosexual se defienda a lo macho es una representación que humilla a Marco Antonio luego de su trágica muerte.
“Se defendió a lo macho”, “rey de las tijeras se defendió hasta el final”, “Marco Antonio luchó con uñas y dientes contra su Papi y Pachón”, “aprovechaba su pepa para levantarse gays con plata y calatearlos”, “Asesino calatea a raritos y mete dedo a Beto con manifestaciones bamba”, “Mataba en discos de ambiente” y “el terror de los brócoli”, son discursos que reflejan la homofobia en el Perú, donde ni a los muertos se les respeta.
La impunidad del diario Ajá se naturalizada bajo una supuesta libertad de expresión cuyo sentido es cambiado. Una cosa es informar y otra muy diferente es hacer leña del árbol caído. ¿Por qué hacer dinero por medio del sarcasmo homofóbico? Una respuesta que tiene mucho por reflexionar en una sociedad donde la exclusión y la marginación son cosas de la vida cotidiana. Por este motivo, es justa y necesaria la sospecha analítica de las humillaciones mediáticas para construir caminos que defienda el derecho a la diversidad sexual en el Perú.
Bibliografía
CALLIRGOS, Juan Carlos
1996 “Soldados desconocidos: notas sobre el machismo latinoamericano”, en
Márgenes. Encuentro y Debate. Nº 15 Sur. Lima
CASTILLO, Daniel
2001 “Fantasmas de la Masculinidad”, en Santiago López Maguiña,
Gonzalo Portocarrero, Rocío Silva Santisteban (editores) Estudios Culturales. Discursos, poderes, pulsiones. Red para el desarrollo de las ciencias sociales, Lima.
CONNEL
1997 “La Organización social de la masculinidad”, en Teresa Valdés y José Loaría (eds) Masculinidadies. Poder y crisis. Isis Internacional – Ediciones de las Mujeres.
DEGREGORI
2000 La década de la antipolítica: auge y huida de Alberto Fujimori y
Vladimiro Montesinos. Instituto de Estudios Peruanos. Lima
KIMMEL, Michael
1997 “Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina”, en
Teresa Valdés y José Olavaria (eds) Masculinidadies. Poder y crisis.
Isis Internacional y Ediciones de las mujeres.
SILVA SANTISTEBAN, Rocío.
2007 “El machismo mata”, en Blog Columna Okupa
http://kolumnaokupa.blogsome.com/2007/11/04/el-machismo-mata/
Las estructuras sociales que organizan las prácticas de género naturalizan las relaciones de poder por medio de un conjunto de representaciones sociales que garantiza la hegemonía masculina y la exclusión de la comunidad LGTB. Los medios de prensa no son ajenos a la complicidad que reproducen las estructuras de género. Que un homosexual se defienda a lo macho es una representación que humilla a Marco Antonio luego de su trágica muerte.
“Se defendió a lo macho”, “rey de las tijeras se defendió hasta el final”, “Marco Antonio luchó con uñas y dientes contra su Papi y Pachón”, “aprovechaba su pepa para levantarse gays con plata y calatearlos”, “Asesino calatea a raritos y mete dedo a Beto con manifestaciones bamba”, “Mataba en discos de ambiente” y “el terror de los brócoli”, son discursos que reflejan la homofobia en el Perú, donde ni a los muertos se les respeta.
La impunidad del diario Ajá se naturalizada bajo una supuesta libertad de expresión cuyo sentido es cambiado. Una cosa es informar y otra muy diferente es hacer leña del árbol caído. ¿Por qué hacer dinero por medio del sarcasmo homofóbico? Una respuesta que tiene mucho por reflexionar en una sociedad donde la exclusión y la marginación son cosas de la vida cotidiana. Por este motivo, es justa y necesaria la sospecha analítica de las humillaciones mediáticas para construir caminos que defienda el derecho a la diversidad sexual en el Perú.
Bibliografía
CALLIRGOS, Juan Carlos
1996 “Soldados desconocidos: notas sobre el machismo latinoamericano”, en
Márgenes. Encuentro y Debate. Nº 15 Sur. Lima
CASTILLO, Daniel
2001 “Fantasmas de la Masculinidad”, en Santiago López Maguiña,
Gonzalo Portocarrero, Rocío Silva Santisteban (editores) Estudios Culturales. Discursos, poderes, pulsiones. Red para el desarrollo de las ciencias sociales, Lima.
CONNEL
1997 “La Organización social de la masculinidad”, en Teresa Valdés y José Loaría (eds) Masculinidadies. Poder y crisis. Isis Internacional – Ediciones de las Mujeres.
DEGREGORI
2000 La década de la antipolítica: auge y huida de Alberto Fujimori y
Vladimiro Montesinos. Instituto de Estudios Peruanos. Lima
KIMMEL, Michael
1997 “Homofobia, temor, vergüenza y silencio en la identidad masculina”, en
Teresa Valdés y José Olavaria (eds) Masculinidadies. Poder y crisis.
Isis Internacional y Ediciones de las mujeres.
SILVA SANTISTEBAN, Rocío.
2007 “El machismo mata”, en Blog Columna Okupa
http://kolumnaokupa.blogsome.com/2007/11/04/el-machismo-mata/
Notas
1 Diario Ajá: 14 / 07 / 2009
2 http://www.agenciaperu.com/sociedad/2006/mar/encuesta_machismo.html
3 ttp://www.larepublica.pe/sociedad/14/07/2009/asesinato-de-homosexuales-seria
-constante-en-el-peru
4 Diario Ajá: 15 / 07 / 2009